Lamentablemente, esta casa es poco visitada porque está en el centro de la ciudad y se ven algunas peloteras alrededor.
La familia Barrientos la habito en los primeros años del siglo pasado y quedó abandonada otros tantos luego de que la pareja propietaria muriera sin dejar descendientes.
Ahora se llama Casa de la lectura infantil y pertenece a Comfenalco. Es de las pocas casas del Medellín antiguo que sobrevive porque la mayoría de estas edificaciones han caído para darle espacio a los modernos edificios.
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